domingo, 1 de septiembre de 2019

Dark o cómo estirar el chicle

Imagen de FilmAffinity
Creo que la primera temporada de esta serie fue interesante. Se enganchó quizás de manera oportunista al boom de Stranger Things con su estética ochentera, pero realmente enganchaba desde el primer capítulo. La trama era inquietante y daba giros inesperados, por lo que no sabías muy bien por dónde podía continuar. La idea, además, era bastante original, a pesar de que hoy día es difícil encontrar algo plenamente novedoso o inédito, simplemente porque, entre tanta oferta, parece que ya está todo inventado, no por falta de mérito de los guionistas.
La segunda temporada creo que mantiene en cierta medida el nivel, si no fuera porque tenían la oportunidad perfecta para cerrarla de manera decente y no estirarla hasta hacerla descender a saber hasta dónde. Porque, salvo sorpresa total en la tercera temporada, da la impresión de que va a seguir girando la historia sobre lo mismo una y otra vez. Habrá que esperar para ver cómo lo resuelven...

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