miércoles, 31 de mayo de 2017

Dos nuevos proyectos


Actualmente, la escritora se halla trabajando en dos nuevos proyectos. Por un lado, "Memoria ingrávida" relata la historia de una pareja que ha permanecido unida durante mucho tiempo y debe enfrentarse a una situación inesperada.


Por otro lado, "Diario de un sueño" es una novela dirigida a público adolescente o al inicio de su juventud. Carla ha terminado el instituto y está dispuesta a iniciar una nueva etapa en su vida. Disfrutará de su primer verano de libertad real una vez superada la barrera de los 18 años. Cuando llegue septiembre, averiguará que una sorpresa la aguarda.

lunes, 15 de mayo de 2017

sábado, 13 de mayo de 2017

Un avance de "No habrá silencio"

Si una cosa he aprendido de la experiencia o, para ser más exactos, de la experiencia concreta que voy a relataros a continuación, es que nunca debes llevarte a unligue de una noche a tu apartamento, da igual si ya le conoces o no. Hay ciertas fronteras que es mejor no traspasar. Presta mucha atención, porque ahora entiendo lo que quiere decir la expresión “escarmentar en cabeza ajena”. Alguna amiga mía ya había tenido alguna mala experiencia y el resultado no había sido demasiado agradable, aunque tampoco había tenido mayores consecuencias. Sin embargo, yo pensé que a mí nunca me pasaría. Es lo que hace el exceso de confianza: te sientes invulnerable. No sospechaba que hubiera la más mínima posibilidad de que me sucediera nada, por el simple hecho de que nunca me había pasado. Las cosas solían salirme bien, ¿por qué debería ser diferente? Además, ser joven implica ser imprudente a veces y no calcular demasiado los posibles riesgos. Y yo ya había sido demasiado responsable. Tocaba saborear las mieles de una vida algo más interesante en ese corto impasse al que llamamos juventud, porque la edad adulta puede llegar a caerte encima con todos sus problemas y preocupaciones sin que siquiera lo esperes. Por desgracia, he aprendido que algunos no entienden lo que significa decir no. 
A pesar de todo el miedo que he pasado y que, a día de hoy, sigo experimentando, especialmente si vuelvo a casa por la noche por calles poco pobladas, he decidido que no puede haber silencio. Nunca es una buena opción, por el simple motivo de que le das ventajas a tu enemigo. Mientras guardas silencio, pareces ocultar un secreto que no debe ser revelado y, sin querer, te vuelves un poco cómplice, un poco culpable. Yo no lo descubrí a tiempo y he perdido demasiado en ese fugaz paréntesis en que mi futuro se presentaba brillante ante mí, mientras mi presente se iba desmoronando como un edificio en demolición. Debo contar lo que me ocurrió. Tengo que encontrar el modo de hacerlo, porque cuando lo hice en voz alta no había muchos dispuestos a escucharme. Ahora estoy delante de esta página en blanco tratando de ganarme tu simpatía para que me creas y difundas mi historia. Tal vez así consiga que otras sepan reaccionar a tiempo, no como me pasó a mí.
Las cosas sucedieron así