Increíble. Así es como se puede describir la genialidad de Clint Eastwood. El otrora Harry El Sucio, personaje que tan famoso le hizo allá por los 70, se ha convertido sin lugar a dudas en uno de los directores más prolíficos de la industria cinematográfica y, además, con una sensibilidad fuera de toda duda.
El que había anunciado que dejaba la interpretación, vuelve con las pilas a tope con MULA, una película de esas que te dejan algo dentro, como un cosquilleo interno, un come come que tienes que comentar porque si no, no te quedas a gusto.
No sé si es que tiene un tino exquisito para elegir los temas o es él quien los convierte en auténticas maravillas, porque desde luego son infinitas las películas que ha dirigido y, muchas de ellas, protagonizado que no te dejan indiferente. Mystic River, Sin Perdón, Los puentes de Madison, Million Dollar Baby, Invictus, Gran Torino... Todas ellas y muchas más destinadas a permanecer en nuestras memorias y engrosar la lista de clásicos del cine.
